sábado, 26 de maio de 2012

Solo el 25% de los españoles se interrelaciona con inmigrantes.

"A los inmigrantes, lo justo. De dientes para fuera, los españoles toleran a los inmigrantes, pero cuando se trata de echarles la culpa del fracaso de los negocios de barrio o de aceptar sus creencias religiosas, la cosa no va tan bien. Así lo indicó una encuesta presentada ayer por la Obra Social La Caixa sobre convivencia intercultural en el ámbito local en territorios de alta diversidad.
Tan solo un 24,8% de los españoles que viven en barrios de alta diversidad asegura tener una convivencia genuina, contacto fluido, con los inmigrantes. Un 52,8% dice coexistir con ellos con indiferencia, y un 16% considera que sus relaciones interculturales se producen en un clima de recelo y tensión.
La encuesta forma parte del Proyecto de Intervención Comunitario Intercultural que desarrolla esta entidad en 25 territorios de España marcados por su diversidad. Los resultados provienen de una muestra de casi 9.000 personas y ha sido coordinado por el profesor Carlos Giménez, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.
El estudio reveló que el 95% de los españoles cree que los extranjeros deben adaptarse a la sociedad receptora y el 46% de ellos no se muestra partidario de que mantengan sus propias costumbres. Además, uno de cada cuatro españoles se muestra abiertamente contrario a la inmigración, especialmente a los musulmanes, considerando que empeoran la convivencia y que no deben votar en las elecciones municipales.
Un 25,2% de la población autóctona tiene recelo de la religión musulmana. Varían mucho las cifras, dependiendo del territorio encuestado, como en el Clot barcelonés (82%) y en el barrio Universidad en Madrid (42%). De parte de los inmigrantes, un 100% de los musulmanes del Clot, por ejemplo, creen que existe mucho recelo a su religión en ese barrio. En Jeréz Sur, en Cádiz, un 70% de la comunidad considera que los comercios de extranjeros han hundido el comercio tradicional de barrio, a pesar de que se trata de una comunidad con una baja concentración de inmigrantes.
Entre los perfiles de mayor hostilidad destacan los de zonas de «enorme» concentración de inmigrantes, donde conviven extranjeros de baja calificación y sin recursos con autóctonos mayores de 65 años, explicó Giménez. Cataluña es la comunidad autónoma que lidera la lista de municipios de mayor hostilidad hacia los inmigrantes, con tres de los cinco barrios de mayor rechazo, aunque Giménez no quiso concretar los nombres para evitar «la estigmatización». Los barrios y ciudades catalanas que han participado en el estudio son Nou Barris, El Clot y El Raval (Barcelona), Salt (Girona) y Tortosa (Tarragona).

Un problema que va a más

El catedrático auguró que conforme la crisis siga su curso y los recortes en partidas sociales aumenten, así lo hará también la actitud desfavorable hacia los inmigrantes. El aumento de los conflictos latentes, así como de problemas estructurales de desigualdad son algunos de los resultados que esperan observar en la siguiente encuesta. "Nos sorprendería que no fuera así", agregó.
Para el especialista la clave para alcanzar una mayor convivencia está en no «extranjerizar» constantemente a las personas. "Hay que trabajar en una nueva pedagogía para no decir “el chino de la tienda", explicó.

Fuente: www.abc.es

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