Assessoria Jurídica em Direito Mercantil, Representação Comercial, Comércio, contratos e transporte Internacional, Imigração, Nacionalidade, Investimento e Internacionalização de Empresas Européias no Brasil e vice-versa. E.mail: maria8429@oab-sc.org.br e mariaivoneteadv@hotmail.com
quinta-feira, 15 de dezembro de 2011
Brasil supera China e Índia em criação de empresas, diz pesquisa
De acordo com a pesquisa da UHY, rede de consultorias com sede em Londres, o número de startups no Brasil aumentou em média 7,2% por ano entre 2006 e 2010.
Em um ranking dos 19 países onde a consultoria atua, o Brasil aparece em quarto lugar, atrás de Rússia (aumento anual de 25,6%), França (21,5%) e Estônia (9,1%).
Mais de 617 mil empresas iniciantes foram registradas no Brasil em 2010.
Os piores resultados neste período ficam com Espanha (queda de 14,6%), Irlanda (-7,6%), Estados Unidos (-6,7%) e Japão (-6,2%).
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segunda-feira, 5 de dezembro de 2011
Hay otra Alemania
En una intervención memorable, el anciano ex canciller Helmut Schmidt dice que el discurso en clave nacionalista de "matón alemán" está rompiendo Europa
Hay otra Alemania. No tiene que ver con partidos, sino con concepciones y principios. Ayer esa otra Alemania habló por boca de su político más influyente, un hombre de 92 años sentado en silla de ruedas. Fue en el congreso del SPD iniciado en Berlín, y preludió el cambio de viento que un 2012 en recesión augura para todo el continente. El anciano ex canciller Helmut Schmidt lo formuló así: el discurso en clave nacionalista del "matón alemán" está rompiendo Europa.
Sólo las ovaciones alteraron una intervención de más de una hora. Helmut Schmidt, el patriarca que por edad se confiesa "más allá del bien y del mal", al que la nación escucha con profundo respeto –no hay político análogo en otro país europeo-, acusó al gobierno alemán de haber roto el equilibrio histórico europeo entre centro y periferia, la fórmula ideada hace sesenta años por los padres fundadores de la UE para evitar la crónica enfermedad bélica del continente. Merkel ha sembrado la duda sobre la "consistencia" de la política europea de Alemania, dijo."Los alemanes debemos rechazar el egoísmo nacional".
Schmidt dio también la razón al principal filosofo alemán vivo, el octogenario Jürgen Habermas, al suscribir su advertencia: "por primera vez desde la fundación de la UE, la democracia está en peligro". Hay que regular a los mercados, separar unos bancos de otros, prohibir determinados negocios, y sólo así podrá Europa ser "zona de estabilidad".
En un discurso titulado "Alemania, en, y con, Europa", Schmidt habló de historia. Explicó dos cosas: el sentido histórico de la integración europea, que fue "amarrar la contención de una Alemania temida", y el papel de las menguantes naciones europeas en el mundo de hoy, que se convertiría en nada sin integración. Arremetió también contra la política europea del actual gobierno alemán con la que Angela Merkel y su coalición conservadora se juegan a una sola carta su futuro. Fue una lección magistral pronunciada más desde la veteranía que desde la ideología.
"Lucha entre centro y periferia"
La historia europea dijo Schmidt, es, "una serie interminable de luchas entre la periferia y el centro". Esa historia tiene una memoria viva y concreta de las últimas ocasiones, "en las que los alemanes hicimos sufrir a otros bajo nuestra posición de poder central". Memoria, que, "seguramente, mantendrá aun por muchas generaciones una desconfianza latente contra los alemanes". Esa desconfianza fue, precisamente, el impulso fundamental de la integración europea, y alimentó también, "las resistencias iniciales de Thatcher, Mitterrand y Andreotti hacia la reunificación alemana en 1989", explicó.
"Los hombres de Estado de aquella época, desde Churchill, hasta Monet, pasando por Kenedy, De Gaulle, Eisenhower, Adenauer, Marshall y otros, no actuaron por idealismo, sino por conocimiento de la historia europea, para evitar la continuación de aquella lucha entre centro y periferia". "Quien hoy no entienda ese motivo original, no puede resolver la actual crisis europea", afirmó.
Seguir siendo algo en el mundo
El ex canciller glosó la creciente pequeñez de Europa: durante doscientos años en que gobernó el mundo, y hasta 1950, el continente representaba el 20% de la población mundial, mientras que en el 2050, cuando el planeta tenga nueve mil millones de habitantes, representará el 7%. Sin integración y solidaridad no hay Europa, y sin Europa el mundo quedará reducido a la relación bipolar de Estados Unidos y China, fue su mensaje. Si ese es el horizonte, "no puede descartarse una marginación de los distintos estados europeos por su propia culpa, y también una marginación de toda la civilización europea en su conjunto".
Eurocris: enfermedad interrelacionada
En economía, los superavits comerciales de Alemania, semejantes por su tamaño a los de China, son inseparables del déficit de los demás. Las exigencias de austeridad formuladas por el gobierno de Merkel, han generado, "una preocupación creciente ante un dominio alemán".
"No podemos propagar una extrema deflación, porque sin crecimiento ningún Estado podrá sanear sus cuentas", dijo. "Necesitamos un corazón compasivo para con nuestros vecinos y socios, y sobre todo con Grecia", afirmó, provocando gran emoción.
"Si a partir de nuestra fuerza económica los alemanes nos dejamos llevar hasta exigir un papel dirigente, e incluso un rol de "primus inter pares" en Europa, la mayoría de nuestros vecinos se levantará en defensa. Regresará rápidamente la prevención de la periferia hacia un centro demasiado fuerte, las consecuencias serán fatales para la UE y Alemania será aislada", explicó. Y a continuación lanzó su bomba de mayor calibre contra el gobierno conservador:
"Espíritu de matón"
"Quien ahora da a entender que hoy y en el futuro se hablará alemán en Europa, quien, como un ministro de exteriores, dice que las visitas a Kabul o a Trípoli, escenificadas para la televisión, son más importantes que el contacto político con Lisboa, Madrid, Dublín o Helsinki, cuando otro dice que hay que evitar una "unión de transferencias", todo eso no es más que espíritu nacional de matón alemán", dijo entre grandes aplausos.
El viejo canciller recordó que el ascenso alemán desde la posguerra hasta hoy, no habría sido posible sin la ayuda de las potencias vencedoras, "sin nuestra integración en Europa y en la alianza atlántica, sin la ayuda de nuestros vecinos, y sin el fin de las dictaduras comunistas". "Nosotros alemanes tenemos razones para agradecer, y al mismo tiempo tenemos el deber de responder a la solidaridad recibida con nuestra propia solidaridad hacia los vecinos", afirmó entre aplausos. "Esa solidaridad", añadió, "fue evidente desde Adenauer hasta Schröder, y debe continuar hoy".
"No aleccionar con modelo"
En otra pulla directa contra Merkel Schmidt dijo que la reforma de las instituciones europeas, "precisan no sólo discernimiento y vigor, sino también de paciencia". Las aportaciones alemanas no deben hacerse "para la tele", sino en los órganos de la Unión Europea. El orden económico alemán, "no debe presentarse como modelo, sino como mero ejemplo de una posibilidad entre otras".
Parafraseando a Jürgen Habermas el viejo canciller afirmó que los políticos han sido tomados como rehenes por los mercados financieros. "No hay que esperar gran cosa de Obama o del gobierno británico en ese sentido", dijo. Los bancos fueron salvados con dinero público pero desde 2010 vuelven a las andadas, explicó. Su propuesta en ese frente: separación de los bancos normales y los bancos de inversión, y prohibición de diversos papeles y negocios financieros. "Los bancos se han resistido por todos los medios a la regulación, pero si los europeos tienen el valor de realizarla, Europa se convertirá en una zona de estabilidad. Para ello, los alemanes debemos rechazar el egoísmo nacional", concluyó.
Fuente: La Vanguardia
sábado, 3 de dezembro de 2011
Ex-presidente da Comissão Europeia diz que Eurozona nasceu defeituosa
Em entrevista publicada neste sábado pelo jornal britânico 'The Daily Telegraph', o que ex-presidente da Comissão Europeia entre 1985 e 1995 considera que os erros cometidos quando o euro entrou em operação, em 1999, levaram à atual crise.
Para Delors, de 86 anos, os políticos que lançaram a moeda única optaram por não levar em conta as debilidades e desequilíbrios nas economias dos países-membros.
'Os ministros de finanças não queriam enxergar nada de ruim', revela o ex-presidente, para quem a culpa pela atual crise deve ser compartilhada por todos os países europeus.
Em particular, Delors considera que a Alemanha insistiu para que o Banco Central Europeu (BCE) não apoiasse os membros altamente endividados pelo temor de pressionar a inflação.
Os problemas do euro começaram por uma 'combinação de obstinação pela ideia germânica de controle monetário e a ausência de uma clara visão dos outros países', acrescenta.
Delors especifica que o Reino Unido não compartilha o peso do problema, mas está igualmente 'envergonhado', assim como todos os europeus, pela crise financeira.
Para o político, inclusive a Alemanha terá dificuldades para encontrar uma solução. 'Os mercados são os mercados. Agora estão transbordados pela incerteza', justifica.
O primeiro-ministro do Reino Unido, David Cameron, reuniu-se nesta sexta-feira em Paris com o presidente francês, Nicolas Sarkozy, para abordar a crise da dívida e planos para reorganizar a Eurozona.
Segundo a imprensa, Cameron queria tratar com Sarkozy uma possível reorganização da zona do euro, podendo implicar em maior cooperação entre os 17 países do euro, o que pode afetar a influência do Reino Unido na UE.
No Reino Unido, que não faz parte do euro, há uma crescente preocupação pelo impacto da crise na economia. O presidente do Banco da Inglaterra, Mervyn King, pediu recentemente às instituições bancárias do país que reforcem o capital diante do aprofundamento da crise na eurozona, pois esta representa a 'principal ameaça' para o Reino Unido.
Fonte: EFE
sexta-feira, 2 de dezembro de 2011
Sarkozy propone “refundar” Europa bajo el “polo de unidad” de Francia y Alemania.
En un discurso pronunciado en la localidad de Tolón, donde en 2008 criticó las “derivas
del capitalismo”, Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, subrayó ayer la necesidad
de “refundar” Europa y de restaurar su credibilidad a base de disciplina. Y en esa nueva configuración, el mandatario galo hará “todo lo posible para que Francia y Alemania converjan”. Sarkozy dio las pautas de lo que será esa nueva Europa.
Maastricht y Schengen. “La Europa que ha hecho aplicar en el interior el principio de la libre circulación no puede durar”, dijo, para añadir: “El Tratado de Maastricht se ha revelado imperfecto, con dispositivos de prevención con lagunas y sanciones jamás aplicadas.
Europa no es una opción, es una necesidad”.
“Regla de oro”. “Cada país debe adoptar una regla de oro que inscriba en su orden jurídico la meta del equilibrio presupuestario”. Sarkozy avisó: “Debemos instaurar sanciones más rápidas y severas para los que no respeten sus compromisos”.
“Más trabajo y más años”. “Es mejor trabajar más y durante más años, que reducir las pensiones o los salarios”, dijo también el presidente francés.
El motor europeo. Una y otra vez, Sarkozy mostró su fe en que “Alemania y Francia sean el motor europeo. El mundo ya no nos va a esperar”, concluyó en tono apocalíptico. El lunes, Sarkozy y Merkel se reunirán para abordar estas ideas y presentarlas en la crucial cumbre del Euro grupo, el viernes.
Fuente: 20minutos
quinta-feira, 1 de dezembro de 2011
La Increíble Vuelta de la Peseta
Despertador. Ducha rápida. Primer café en el bar de abajo.
—¿Cuánto has dicho?
—250 pesetas.
—¿Por un café con leche?
—Es lo mismo que valía antes.
Antes es apenas unos días atrás, cuando el café aún costaba 1,50 euros. Y el camarero, airado, defiende que él usa, con un mínimo redondeo a su favor, el cambio original (1 euro=166,386 pesetas), fijado a finales de 1998.
Ahora, en la obra que se representa en este café teatro, es junio de 2012. Lo inimaginable ha ocurrido: Grecia abandona el euro en abril. En poco más de un mes, el terremoto financiero se lleva por delante a Irlanda y Portugal. Italia se tambalea. Y España vuelve a la peseta.
La ruptura de la zona euro ha sido considerado un evento casi imposible, incluso por los que criticaron con dureza cómo nació. La crisis de deuda pública y la respuesta de los líderes europeos han cambiado esa percepción. A principios de este mes de noviembre, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, abrieron la puerta de salida a Grecia y pusieron bajo vigilancia a Italia. Este mismo miércoles, el resquebrajamiento de la moneda única fue una de las explicaciones recurrentes al mayor fracaso de una subasta de bonos alemanes en años.
“En la próxima década, es muy poco probable que ningún país salga de la zona euro”. Lo escribió en 2008 Barry Eichengreen, de la Universidad de California, en uno de más afamados análisis sobre la cuestión. Para Eichengreen, el supuesto remedio sería peor que la enfermedad, incluso en países como Grecia, con una recesión brutal sobre los hombros. Sigue pensando igual, pero ahora es mucho más pesimista. “Si no dan tiempo a que las reformas generen crecimiento, será la sentencia de muerte del euro”, avisó hace tres semanas. Solo Alemania y el Banco Central Europeo, según Eichengreen y buena parte de la academia, pueden comprar ese tiempo.
Salir de la zona euro tiene enormes complicaciones legales. Como ha analizado en detalle el jurista británico Charles Proctor, solo hay una vía de escape: el artículo 50 del Tratado de la Unión, que implica la salida simultánea de la UE. Y, salvo reforma de los tratados, no hay manera de expulsar a un socio de la zona euro. Contra el muro jurídico, la evidencia histórica: las uniones monetarias pueden romperse (el imperio astrohúngaro, URSS, Yugoslavia o en EE UU durante la Guerra de Secesión), aunque casi siempre como consecuencia de un colapso económico y político.
Aunque son voces minoritarias, hay algunos analistas que defienden que salir del euro tiene más ventajas que inconvenientes. Un informe de la consultora Capital Economics sostiene que, para Irlanda, Grecia, Portugal, Italia o España, es mejor volver a monedas nacionales y recuperar el control de la política monetaria. Eso permitiría devaluar el valor de la moneda y utilizar el banco central para imprimir dinero y comprar deuda pública si fuese necesario. Con la moneda mucho más barata, el sector exterior es el gran beneficiado. La contrapartida, una caída fulgurante de la demanda interna, sería compensada en poco tiempo por el tirón de exportaciones y turismo.
Despertador. Ducha rápida. Desayuno en el bar.
—Son 420 pesetas.
—¡Madre mía! ¿por un café?
Junio de 2012. La peseta se depreció un 40% en cuanto vuelve a cotizar. Las reservas de turistas extranjeros en los hoteles se disparan. El PIB cae a plomo, el paro llega al 23%.
Los expertos de UBS, Citigroup o Rabobank calculan que, de ser reintroducidas, la peseta, el dracma o la lira podrían depreciarse entre un 40% y un 60% frente al euro. Los servicios de estudios de la banca coinciden en considerar cualquier salida del euro “un escenario catastrófico”, en palabras de Stephane Deo, de UBS.
La inmensa mayoría de estos estudios comparten argumentos con el trabajo de Eichengreen. Al más leve indicio de que se prepara la reintroducción de la peseta, particulares y empresas empezarían a retirar sus ahorros en euros de la banca española. Hay dos razones: los euros que se salven de convertirse de forma obligada en pesetas no pierden valor con la inevitable depreciación. Y mantener ese valor es importante para pagar las deudas que sigan contabilizadas en euros.
El resultado sería una quiebra generalizada del sistema bancario por la retirada masiva de depósitos. Miles de empresas cerrarían. Las ventajas competitivas de la devaluación se esfumarían con el repunte de la inflación y los aranceles a las exportaciones que fijaría el resto de la UE. La interconexión con la banca europea garantiza un rápido contagio. Sería “la madre de todas las crisis financieras”, tal y como la bautizó Eichengreen.
El temor no es infundado: en dos años, los depósitos en bancos griegos han caído un 23%. Solo una reconversión sorpresiva y exprés permitiría limitar los daños. Eichengreen cree que eso es imposible: la salida del euro tiene que negociarse con el resto de la UE ; la reintroducción de una moneda obliga a un sinfín de preparativos técnicos. Son procesos largos que darían un estruendoso pistoletazo de salida.
En esos “escenarios catastróficos”, se estima una caída del PIB tan extrema (entre el 30% y el 50%), que la convierte de inmediato en una opción indeseable. Otras aproximaciones teóricas a algo sobre lo que no hay precedentes válidos, limitan los daños, todavía muy cuantiosos.
Despertador. Suena I got you, de Sonny & Cher. Bar.
—Son 2,5 europesetas.
—¿Me estás vacilando?
Junio de 2012. El sábado, el Consejo Europeo aprueba por sorpresa la salida de España de la UE. Ese mismo día, se aprueba una norma que prohíbe retirar más de 100 euros a la semana de las cuentas bancarias. Ya está puesto el corralito. El domingo se establece un nuevo tipo de cambio: 1 euro=1 nueva peseta. El lunes, en bancos, cajeros y todo tipo de oficinas oficiales se sellan los billetes de euros para ser usados como nuevas pesetas hasta que estas se fabriquen. Un billete de 20 euros pasa a ser un billete de 20 nuevas pesetas o europesetas. La nueva moneda se deprecia un 40% en cuanto cotiza en el mercado.
Eric Dor, de la Universidad de Lille, propone en su Manual para salir de la zona euro, publicado en octubre, utilizar los billetes de euro para sortear los problemas técnicos de reintroducir una moneda. El corralito, al que Argentina dio celebridad en 2001, podría evitar la retirada masiva de depósitos, aún a costa de una enorme injusticia social y un parón económico en toda regla.
Para una negociación exprés en la UE no hay precedentes, ni teorías convincentes.
Otro argumento que rebaja un par de grados las “inasumibles” desventajas de salir del euro es el tratamiento de la deuda. Un reciente informe del banco de inversión Nomura establece que préstamos hipotecarios, créditos a empresas del país y la inmensa mayoría de la deuda pública podría reconvertirse a la nueva moneda. En el caso de los créditos internacionales de bancos y empresas, la cuestión es menos clara.
— ¿Lo de siempre?
Junio de 2012. En la tele del bar informan de otra cumbre europea. Se desbloquea el crédito a Grecia. Los bancos aceptan una quita similar a la griega (el 60% de la deuda pública) en Irlanda y Portugal. Se apoya la ampliación de recursos en el FMI, que contribuye con 200.000 millones al fondo de rescates. El fondo y el BCE compran bonos italianos y españoles. El paro en España crece, los ajustes presupuestarios también. El café vale 1,5 euros.
—Mejor ponme tila—. Telón.
Fuente: El País