El crecimiento de la economía brasileña en los
últimos años, en contraste con la crisis económica que sufre la zona Euro, ha
llevado a muchas empresas a trasladar líneas de producción, maquinaria y
vehículos de segunda mano. El motivo no es otro que el de reiniciar su actividad empresarial en Brasil.
La importación de bienes de segunda mano, tales
como maquinarias, equipos, aparatos, instrumentos, herramientas, aunque
permitidas, están sujetas a licencias no automáticas antes de su embarque en el
país de origen, es decir, requieren un estudio y autorización previos por parte del Gobierno, que sólo permitirá la
importación en caso de que no haya producción nacional, o tales bienes no
puedan ser sustituidos por otros locales.
SECEX, el ente regulador brasileño, publica las
solicitudes de importación, dando a los fabricantes nacionales un plazo de 30 días para formular
alegaciones. Este procedimiento puede no
aplicarse cuando se trata de la importación de bienes notoriamente faltos de
producción nacional, cuando se acompañan certificados de inexistencia de
producción nacional, o cuando son bienes de segunda mano idénticos a productos
nuevos en régimen de exención “Ex Tarifario”.
En lo que respecta al traslado de cadenas de
producción de segunda mano, se exige la firma de un “acuerdo de contrapartida”
con la industria nacional. A través de dicho
acuerdo, la empresa interesada en la importación asume el compromiso de invertir en la
adquisición de maquinaria y equipos de fabricación nacional,
adquiriendo el derecho a importar los bienes que integran la línea de
producción sin tener que pasar por un examen
de producción nacional.
La tramitación de traslado de líneas de
producción de segunda mano se inicia con la presentación de un proyecto en el Departamento de
Operaciones de Comercio Exterior (Decex), que examinará los aspectos económicos de las
importaciones (generación de empleo,
proyección del crecimiento de los ingresos y del volumen de las exportaciones,
beneficios en términos de calidad y
productividad, etc.), así como si las
maquinarias efectivamente forman una línea
o célula de producción. Una vez aprobado el proyecto, la empresa debe
concretar un acuerdo de contrapartida
con la industria nacional representada por los sindicatos. Una vez firmado el acuerdo, ya se puede
registrar la licencia de importación.
Por último, la importación de vehículos de segunda
mano no está autorizada salvo en casos de vehículos de más de 30 años de
antigüedad, con fines culturales y de colección. Excepcionalmente, se permite
la importación de vehículos de segunda mano en régimen de donación, de herencia
y los importados por las misiones diplomáticas,
representaciones consulares y representaciones de organizaciones internacionales.
Maria Ivonete de Souza -Abogada brasileña
AACNI, de Souza & Nunes,
Consorcio de Advogados
Email: mariaivonete@aacni.com
Rua 15 de novembro, 1336, Sl 08,
Blumenau(Brasil)
Via Augusta, 143, Barcelona (España)
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