Con la
expedición de más de 51.000 visados de trabajo en el año de 2014 y una tasa de
paro actual inferior al 7%, Brasil sigue siendo unos de los principales receptores
de mano de obra extranjera. Italianos, japoneses y portugueses han sido los que
más han obtenido autorización permanente en el año de 2014.
Entre los
visados de trabajo temporales la mayoría han sido para norte-americanos,
seguidos de filipinos, británicos e indios. También acuden inmigrantes españoles,
franceses, angoleños, mexicanos, cubanos y paquistaníes. En la cifra de 51.000
visados no están considerados los sudamericanos ni haitianos, ni los cerca de
10.000 extranjeros que se desplazaron a este país para trabajar por cortos
períodos, en tareas como el mantenimiento de equipos.
En Brasil,
el visado de trabajo es un documento indispensable para que el extranjero sin
residencia permanente pueda trabajar. El primer paso para su obtención es la
autorización de trabajo, cuya concesión compete al Ministerio del Trabajo y
Empleo. Es con base a esta autorización que el Ministerio de Relaciones
Exteriores, a través de una repartición consular en el país de origen
del
inmigrante, concederá el visado de trabajo.
Quien tiene
que pedir la autorización de trabajo es la empresa brasileña interesada en la
contratación del profesional extranjero. Debe demostrar la compatibilidad entre
la formación escolar o académica del candidato y su experiencia profesional, con
las funciones que desempeñará en el país. También deberá demostrar la carencia
de mano de obra nacional apta para las funciones contratadas, o sea, la
imposibilidad de encontrar un profesional brasileño con el perfil profesional
del candidato extranjero.
El visado de
trabajo puede ser concedido por el plazo máximo de dos años, prorrogables por
idéntico periodo, y es ampliable al grupo familiar del trabajador extranjero, aunque
sin derecho a ejercer actividades remuneradas.
El gobierno
también permite las autorizaciones de trabajo para la obtención de una visa
temporal a los extranjeros que estén matriculados en un programa de posgrado en
una institución de enseñanza en el extranjero y que estén interesados en ir a
Brasil a trabajar durante las vacaciones.
La validez
de esta modalidad de visa es de hasta 90 días y no se podrá ampliar o hacerse
permanente. Dicha visa no abarca la realización de prácticas o de intercambio profesional.
La medida fue creada en 2013 con la intención de aumentar la circulación de
profesionales altamente cualificados.
Finalmente,
cabe recordar que Brasil, a semejanza de España, tiene una fuerte política de
protección de la mano de obra nacional. Entre los principales motivos para la denegación
de los visados está la no observancia de la proporcionalidad entre la contratación de
nacionales y de extranjeros, y el bajo sueldo ofrecido al profesional extranjero.
Para leer la revista jurídica de Abogados Asociados para el Comercio, la Navegacion e Industria entre aqui:AACNILEX
Maria Ivonete de Souza - Advogada
AACNI, de Souza & Nunes,
Consorcio de Advogados
Email:
mariaivonete@aacni.com